La misa oficiada por el carismático padre, Marcelo Bazán, comenzó al medio día con el perdón por “la flojera, la chanchulla y la flojera de los papás por no acompañar a los hijos”.
En su homilía, Bazán agradeció por la nueva plaza 14 de Septiembre y en referencia a los problemas surgidos en los últimos días aseguró: “Estamos en Cochabamba amigos, hay problemas si se hace, hay problemas si no se hace, es como la llajua”.
En la oración central pidió por el Papa, por el obispo Óscar Aparicio, por la Alcaldía, agradeció por los niños, por los profesores y por el personal de los colegios.
El sacerdote apeló al evangelio del día referido a la grandeza del amor y señaló que a través de él se podrá luchar contra el bullying. “El bullying terminará porque primará el amor. Desde el hogar debemos enseñar la misericordia”, dijo. Luego pidió a los padres que se preocupen para que sus hijos sean responsables y apoyen a los maestros.
Al finalizar la misa, los niños se acercaron al altar para bendecir sus mochilas. Cada uno se comprometió, con la mano en el corazón, “a estudiar, no ser flojo, obedecer a los papás, profesores, jamás hacer daño, no hablar mal del amigo, a ser un buen hijo de Dios y a ser un buen estudiante”.
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