En contacto con los periodistas, Aguilar recordó que ya rige el horario de invierno, que implica llegar a clases media hora después, y que esa medida, hasta el momento, es suficiente.
A pesar de ello, las autoridades están atentas a la evolución de las temperaturas. Cada semana se realiza una reunión entre los representantes de su ministerio y el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). Hasta el momento el análisis de ambos cuerpos profesionales indica que el frente frío que actualmente castiga a Bolivia, disminuirá en una o dos semanas. Después de ese tiempo, las temperaturas se ajustarán a la normalidad de un inverno que será encarado con dos semanas de vacaciones, la primera y la segunda de julio.
Aguilar dijo que si se adelantan las vacaciones, el momento más frío llegará más adelante, con lo cual habría que extender el descanso pedagógico por un mes. El ministro informó que se está monitoreando la cantidad de niños y adolescentes enfermos en los distintos departamentos a fin de tener un diagnóstico más preciso.
En ese sentido, se ha notado una mayor incidencia en el oriente, donde el frente frío es recibido por la humedad, lo cual afecta más a la salud de los estudiantes. Para lograr un monitoreo efectivo, el Ministerio de Educación tiene como informantes clave a los profesores y directores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario