"Hemos llegado por lo menos a 90 niños afectados”, dijo la alcaldesa Rossío Pimentel y comentó que los proveedores del refrigerio que reciben los estudiantes "han violentado la fecha de vencimiento”. La autoridad anunció un proceso contra los responsables que ocasionaron esa emergencia, que generó "un ambiente de psicosis”, porque "las mamás estaban llorando y los niños peor aún”, debido a los dolores estomacales, náuseas, vómitos y mareos.
Cinco niños fueron internados en la Clínica Natividad, a donde fueron socorridos todos los menores intoxicados. El Ministerio Público y la Policía comenzaron con la investigación de este hecho.
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