Cabe recordar que el pasado lunes este sector bloqueó la carretera a Copacabana y tomó las oficinas de la Subalcaldía 6.
La protesta social, en su segundo día, se mantuvo en el frontis de la distrital de educación, mientras los funcionarios policiales rodearon la misma por la parte posterior, pero sin ninguna orden de dispersar la protesta, por lo que se mantuvieron en alerta, aguardando alguna disposición superior.
Por su parte, los choferes del transporte público optaron por desviarse al carril contario de la avenida Juan Pablo II, a la altura de la Fuerza Aérea Boliviana, para ocupar uno de los carriles de descenso.
Desde las 08:00 los padres de familia del establecimiento Bautista Saavedra, exigieron ser atendidos tanto por la Distrital de Educación, como por el propio Ejecutivo del municipio.
“Estamos en trámites y solicitudes hace más de tres años, siempre nos dicen lo mismo de que vamos a ser atendidos cuando haya receso o vacaciones, que la comisión que evalúa estas demandas visitará el establecimiento, pero en concreto nada se cumple”, mencionó Alarcón.
“A nosotros no nos deja ninguna otra posibilidad que la de realizar una protesta social, es por eso que nosotros vamos a mantenernos todos estos días realizando diferentes puntos de bloqueo, no sólo en la carretera a Copacabana, sino también en la Juan Pablo II y mañana (hoy) estaremos en la Alcaldía, porque no estamos siendo atendidos por las autoridades responsables de atender al equipamiento de nuestro establecimiento escolar”, explicó Roberto Alarcón, representante de la Junta Escolar.
Asimismo, ante la postergación de sus demandas los padres de familia no descartan masificar los bloqueos y llegar a otros niveles de protesta como la misma huelga de hambre.
“Al parecer no les interesa a las autoridades la educación de los menores, es por eso que prefieren que nosotros lleguemos a perjudicar a otras personas o que en la protesta se sacrifiquen nuestros propios hijos, ante esa desatención y deshumanización que demuestran las autoridades de la Alcaldía que no se extrañen que extrememos nuestra medida de presión”, advirtió Juana Chambi, una de las madre de familia.
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