Se inicia el año escolar y muchos padres empiezan a dar recomendaciones y a establecer normas a sus hijos para que mejoren las calificaciones del año anterior. Lo que no se dan cuenta es que antes de llenar la agenda de los chicos con consejos y actividades, son ellos los que deben establecerse algunos objetivos que, según especialistas, influyen de manera positiva en el rendimiento de sus hijos.
“Los padres son los primeros maestros. Lo que se les enseñen en casa sobre la escuela, la responsabilidad con las tareas y la asistencia puntual a clases será más valorado por los niños si viene primero de ellos”, explica Ligia Gómez, directora de la carrera de sicopedagogía de la Universidad Católica Boliviana San Pablo.
Diversos estudios y la experiencia de los maestros confirman lo que dice la psicopedagoga, dejando claro que el interés y el compromiso que ellos muestren en colaborar con sus hijos repercutirán en la motivación que tengan por aprender.
Gómez también recalca la importancia que tiene el constante diálogo que se establezca con ellos. Hablar sobre la escuela, sus temores, las materias que van a llevar, pero también sugiere que tiene que haber diálogo con los profesores. Así el progenitor sabrá qué aspectos considera importantes y en qué puede dar una mano a su hijo en las tareas o para preparar exámenes.
SOBRESALIR A COSTA DE LOS HIJOS
Aunque es bueno que los hijos se destaquen en sus estudios, también existe el riesgo de caer en el error de que sus éxitos se conviertan en el objetivo primordial de los padres, advierte la educadora colombiana Ángela Marulanda.
“Más peligroso aún es que los padres vivamos sus victorias como una credencial de nuestra idoneidad como tales o como una forma de sobresalir a través de sus logros. Y en esta forma nos sea difícil distinguir si lo que ambicionamos es para beneficio de nuestros hijos o para beneficio de nuestros egos”, dice la autora del libro Creciendo con nuestros hijos.
Empieza un nuevo año escolar y evidentemente la tarea no es sólo de los chicos y de los profesores, sino también de los padres.
CONSEJOS PARA LOS PAPÁS
Hable con su hijo sobre la escuela, sobre lo que puede aprender, los amigos que puede hacer y lo divertido de empezar un nuevo año escolar. Un gesto positivo suyo hará que tenga una actitud positiva hacia la escuela. El primer día de clases, dígale que se siente orgulloso de él.
Hable sobre los posibles temores que pueda tener, ya sea con respecto a alguna materia o a hacer amigos nuevos. Planteen ideas de qué hacer para vencer esos temores.
Hable sobre las materias que va a llevar y de los profesores que tendrá. Es bueno enseñarle el respeto por la profesora, ya que ella le ayudará a aprender.
En la primera semana de clases, hable con los profesores de su hijo, es importante que conozca las expectativas que tienen para su materia y ayude a su hijo a alcanzarlas. Que la maestra sepa que usted está dispuesto a colaborar en el aprendizaje de su hijo y que estará haciendo seguimiento a su desempeño.
Asista a las reuniones de padres que organiza el colegio. Es importante sacar un tiempo para asistir y ver cómo le está yendo a su hijo.
Conocer los objetivos y contenidos del año escolar que inicia permite apoyar a los niños en su aprendizaje. Realice actividades en el hogar para reforzar los aprendizajes esperados.
Es importante alentar a los hijos por los esfuerzos que realizan y no concentrarse solo en castigarlos por los malos resultados. Valorar los esfuerzos ayudará al niño a sentirse más seguro y a elevar su autoestima.
Inscriba a su hijo en una sola actividad después del colegio (deportes, música, etc.), y solo si él lo desea y va bien en sus estudios.
No espere que se destaque en todo. Acepte sus debilidades como sus fortalezas, recordando que cuanto más aceptado por usted se sienta, mejor enfrentará sus fallas y superará sus fracasos.
Refuerce que lo importante no es ser mejor que los demás sino dar lo mejor de uno.
No justifique ni lo disculpe cuando no entregue una tarea a tiempo sin causa justificada.
Restrinja el tiempo de ver televisión o los videojuegos los días de clase.
Disponga un lugar callado y cómodo para que su hijo estudie en casa. Asegúrese de que no haya distracciones a la vista, como el televisor, juegos, música, etc. También es importante que este espacio tenga la luz necesaria.
Es importante que el niño duerma bien en las noches para que su desempeño sea óptimo; los chicos cansados tienen mayor dificultad en enfocarse.
Una vez tenga la evaluación de un examen analice con él los resultados. Muchas veces se sabe la respuesta pero no la supo transmitir o tal vez leyó mal la pregunta.
Fomente la lectura en casa desde el primer día de clases. La lectura es una de las actividades más importantes que le ayudarán a aprender vocabulario, con lo cual aumentará su comprensión lectora en todas las materias.
Fuente: Ligia Gómez, directora de la carrera de Sicopedagogía UCA/ Ángela Marulanda, educadora/ www.lafamilia.info
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