El Colegio Nacional San Luís es uno de los primeros establecimientos educativos en el departamento. Fue fundado el año 1854, por el coronel Celedonio Ávila, quién en ese entonces era prefecto del departamento.
Hablar de la historia del Colegio Nacional San Luis es hablar de la educación de Tarija. Una necesaria contextualización permitirá comprender cómo la educación empieza a desarrollarse en la ciudad de Tarija.
Tarija fue fundada un 4 de julio de 1574 por Don Luís de Fuentes y Vargas, junto a un grupo de intrépidos españoles e indígenas de la región. Desde esa época han transcurrido varios siglos de sometimiento que soportaron los habitantes del lugar.
Los conquistadores trajeron su cultura. Primero trataron de imponer su idioma y su religión a los aborígenes, esta lucha duró muchos años y finalmente se impuso la fuerza. El conquistador no se preocupó por alfabetizar al autóctono ni a los mismos españoles. Por cuenta propia el criollo aprendió a deletrear y escribir algunas palabras, pero permaneció casi analfabeto hasta que llegó la llamarada revolucionaria que aplastó la dominación española.
Si se toma como punto de partida o referencia histórica la fecha de fundación de Tarija, 1574, hasta la creación real del Colegio Oficial de Ciencias en el año 1854, hoy Colegio Nacional San Luís, se constata que el poblador del valle tarijeño vivió durante largos 280 años sin tener un establecimiento educativo que orientara a las generaciones de tarijeños. En ese afán de analizar comparativamente el tiempo educativo, se dirá que desde 1825, año de la fundación de la República de Bolivia, se tuvieron que esperar 29 años para que Tarija cuente formalmente con el ansiado centro educativo.
FUNDACIÓN DEL COLEGIO
De acuerdo a Octavio O’Connor D’Arlach (1991), ya en 1826 la Asamblea Constituyente, reunida en Chuquisaca, había autorizado al Poder Ejecutivo para que tomará “de los diezmos de la provincia recientemente incorporada a Bolivia lo necesario para establecer un colegio secundario en Tarija”. Sin embargo, por razones desconocidas, la autorización de la Asamblea Constituyente no fue ejecutada. Así Tarija quedó simplemente con la con la aspiración de contar con el mencionado establecimiento educativo.
O’ Connor D’ Arlach señala que más adelante el señor Francisco Arce intentó organizar el Liceo Secundario, donde se impartirían también las materias de Latín y Contabilidad que él mismo enseñaría, lo que muestra el interés manifiesto de la población por acceder a la tan apreciada educación.
Esta aspiración no fue desconocida por el municipio tarijeño, que al ver esta sentida necesidad de la población, gestionó la creación de un colegio que estuviera regentado por los padres franciscanos, quienes obtuvieron el permiso necesario del Padre General de la Orden para llevar a efecto el proyecto.
Basado en los antecedentes y cumplimiento los requisitos necesarios, el general Celedonio Ávila, prefecto del departamento, aceleró los trámites ante el Gobierno General de la República, logrando el apoyo correspondiente para la fundación del “Colegio Oficial de Ciencias”, el mismo que fue inaugurado solemnemente el 1 de enero de 1854 por el Prefecto del departamento, quién encomendó la dirección del establecimiento al ilustrado fraile franciscano Zacarías Pogolotti. Los primeros profesores también fueron religiosos de la Orden Franciscana.
El Colegio empezó a funcionar desde 1854. Sin embargo, la Resolución Suprema de creación del Colegio San Luís se dicta recién el 12 de noviembre de 1857, gracias a las gestiones realizadas por el Prefecto del departamento ante el Presidente de la nación.
PRIMEROS AÑOS DE VIDA Y CLAUSURA
Después de la creación y fundación del Colegio Oficial de Ciencias, durante la presidencia del general Jorge Córdova, el establecimiento recientemente fundado, y ahora denominado Colegio Nacional San Luís, también sufrió las contingencias de la caótica situación política por la que atravesó el país, situación caracterizada por el descontento popular y los intereses particulares de la oligarquía que generó una serie de sublevaciones que no permitieron centrar la atención del Gobierno en las funciones
principales que le fueron asignadas.
Fruto de esos levantamientos asume el poder Linares, quién anhelaba la presidencia desde tiempo atrás, aunque él es derrocado por la misma vía que le abrió paso al poder. Derrocado Linares, se formó un triunvirato que dirige el país durante 100 días y posteriormente convocó a la Asamblea Constituyente, la misma que proclamó Presidente provisorio al general José María Achá, en mayo de 1861.
Durante la administración del general Achá se dio un gran impulso a la educación. A partir de ese mandato se crearon las denominadas “escuelas parroquiales”, bajo la dependencia de los religiosos. Se ordenó que se incluya el estudio de la Historia Universal en los colegios a fin de llenar los grandes vacíos existentes en la formación general, ya que el estudio de la historia en los establecimientos educativos del país estaba dirigido al conocimiento de los sucesos “sagrados” o “bíblicos”.
En Tarija, a pesar de la desoladora problemática en la educación nacional, el Colegio Nacional San Luís alcanzó un notable prestigio, ya que contaba con verdaderas eminencias en la nómina de profesores, tales como Napoleón Raña, Samuel Achá, Moisés Echazú, José María Trigo e Ignacio Hurtado.
En el informe elevado por Alfonso Echart, director del Colegio San Luís a la Dirección General de Instrucción y publicado en el segundo número de la Revista Sociedad de Historia y Geografía “Tarija” en 1929, se lee: “Después de la revolución de diciembre del 64 hallábase dirigiendo el establecimiento don Moisés Echazú, cuando Tarija sublevó contra Melgarejo, proclamando el imperio de la Constitución del 61. En aquel año se clausuraron las aulas del Colegio Nacional para abrirse luego bajo la dirección del doctor Napoleón Raña”.
En su libro “Calendario Histórico de Tarija”, Octavio O’Connor D’Arlach señala que “después de la Revolución de diciembre de 1864, con la cual Mariano Melgarejo asaltó el poder, Tarija se sublevó contra la tiranía y el colegio se convirtió en un cuartel, profesores y estudiantes se plegaron al movimiento contra Melgarejo, hasta que se envió al general Ravelo para establecer el orden y la ciudad fue tomada por las fuerzas del tirano. Los profesores y estudiantes, sin embargo, rehusaron volver a clases, mientras no se restableciera el imperio de la Constitución. Al parecer esta fue la primera huelga desde el establecimiento de la República”.
El local del colegio fue convertido en tiempos de la Guerra del Chaco en cuartel y como otros establecimientos también fue transformado en hospital de emergencia. En ese tiempo dicho recinto fue tomado violentamente por el regimiento “15 de Infantería”, que vino de La Paz.
APERTURA DEFINITIVA
Fue recién durante la presidencia del general Narciso Campero y del Congreso de 1880, considerado como uno de los más brillantes de la historia legislativa del país, que se autorizó mediante la Ley 1880 el restablecimiento de la enseñanza oficial secundaria.
La voluntad de ese gobierno, y su especial interés por la educación, hicieron que en diciembre de 1822 se restablecieran los colegios nacionales de secundaria en las capitales departamentales, excepto en Beni y en el Litoral, por lo que se deduce que el Colegio Nacional San Luís de Tarija volvió abrir sus puertas a la juventud.
El lugar que ocupa hoy el Colegio Nacional San Luís de Gonzaga era en tiempos de la colonia propiedad de los frailes jesuitas, quienes llegaron a Tarija y fundaron su convento en 1960.
A pesar de los férreos cimientos del legendario colegio, hoy el centenario San Luis ve tambalear su estructura ante el advenimiento de cambios en la urbanidad tarijeña. La comuna ha trazado proyectos que incluyen la remodelación de la ciudad, afectando de esta manera al establecimiento, del que se dice podría ser derribado para construir otras infraestructuras más modernas.
La lucha de los primeros estudiantes del colegio por una Tarija mejor hizo eco en los jóvenes de hoy quienes pretenden mantener intactas sus aulas y pizarras, en las que inscribieron sus nombres hombres legendarios de nuestra historia, como Víctor Paz Estenssoro, Oscar Alfaro y otros
El Colegio Nacional San Luís es uno de los primeros establecimientos educativos en el departamento, fundado el año 1854, por el coronel Celedonio Ávila, quién en ese entonces fungía como Prefecto del departamento.
Los ambientes del Colegio Nacional San Luís no sólo se utilizaron para la enseñanza educativa. En la época de la Guerra del Chaco, éste se convirtió en hospital, donde eran albergados los heridos de la guerra.
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