Agustina Mamani, madre de familia, manifestó a Cambio que sólo en su hija que estudia en el colegio Roberto Alvarado, en la zona de Río Seco (El Alto), erogó 700 bolivianos al inicio de clases. Para aminorar gastos, esta mamá buscó las ofertas más económicas junto a su hija en el conocido pasaje Ortega y en La Tablada, zona Max Paredes.
“Mi esposo tiene trabajos eventuales. Al mes, algunas veces gana hasta 2.500 bolivianos, yo soy trabajadora del hogar y mi sueldo es de 900 bolivianos. Cada año nos asusta lo que debemos gastar para la escuela, pero es por el bien de ellos, para que no se queden como nosotros, sin educación. Hacemos todos los esfuerzos”, relató la mamá.
Similares historias encontró Cambio en su recorrido por La Tablada. Una gran cantidad de mamás se apresuraban a comprar los útiles al mejor precio y muchas buscaban hacerlo por mayor. Se estima un incremento de entre un 5 al 10 por ciento en el material escolar.
Luz Nova, otra mamá, dijo: “Recién estoy comprando, pero creo que gastaré unos 1.000 bolivianos, para mis tres hijos que están en diferentes cursos. Uno de mis hijos está en el Instituto Americano, y otros dos en primaria, en la escuela Cristo Rey. Gracias a Dios tenemos trabajo, pero nos ajustamos para tratar de cubrir todo (el material)”.
Lourdes Cutipa tiene dos hijas en el nivel secundario y destina más de 1.000 bolivianos entre las dos. “Cada año el gasto se incrementa y en el transcurso del año los profesores nos siguen pidiendo material y tenemos que comprar más de cuatro veces. Hacemos alcanzar estirando para que nuestros hijos tengan un buen futuro”, dijo.
“A veces las niñas son exigentes, más que los profesores, con las marcas de los artículos”, añadió.
La vendedora Senovia Usnayo indicó que la lista más exigente es la del kínder. “Antes no era así, a veces traen nombres de cosas que no conocemos; algunos padres compran todo de una sola vez, a otros no les alcanza y compran poco a poco”.
Profesores: La lista de útiles sólo es referencial
El profesor de la Unidad Educativa Mariscal Santa Cruz Jorge Gutiérrez recomendó a los padres de familia no comprar el material educativo de manera desesperada porque la lista de útiles “sólo es una referencia para el uso en el transcurso del año”.
Explicó que en las escuelas fiscales el niño puede traer incluso textos usados y los lápices y bolígrafos que tiene de años pasados.
Gutiérrez aseguró, por ejemplo, que el estuche geométrico se usa en la última etapa de la gestión, en la unidad de geometría, en la materia de Matemáticas de primero básico hasta quinto curso. “Entonces el padre tiene todo ese tiempo para comprar (esas reglas)”. Explicó que en la etapa de diagnóstico —primeras dos semanas al inicio de las clases— los niños sólo deben llevar a clases lo más básico: un cuaderno de 50 hojas, lápiz, borrador, un libro de lectura del año pasado y diccionario, entre otros materiales básicos.
“Después de esa etapa avanzamos con temas específicos, entonces les pedimos las carpetas nuevas para Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, lápices de colores, regla y otros”, comentó.
El director del establecimiento, Freddy Mamani, recordó que los padres de familia pueden comprar los uniformes del lugar más económico y sólo se exige que lleve los colores de la escuela, además de la insignia, por seguridad de los alumnos, que se vende en el colegio a 1,50 bolivianos.
Dijo que la lista de los textos escolares se determina en una reunión junto a los padres de familia, para que sean lo más económico y útil para los alumnos. Este panorama es diferente en los colegios particulares.
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