12.9.16

Guillermo Mariaca: “La educación boliviana no es educación, es alienación”

CRÍTICA | EL ANALISTA CUESTIONA LA NEGATIVA DE LAS AUTORIDADES A REALIZAR EVALUACIONES DE LA CALIDAD EDUCATIVA Y SU TOLERANCIA CON LOS GRUPOS CORPORATIVOS.

Guillermo Mariaca Iturri ha dedicado particular atención dentro de su vida académica y política al problema de la pedagogía nacional. Basado en su formación intelectual (que incluye un postdoctorado) y su experiencia como viceministro realizó en esta entrevista un diagnóstico de la educación boliviana.

OH!: La educación básica y secundaria fiscal, torturado rehén del sindicalismo; la educación universitaria estatal rehén de la “autonomía”; la educación privada rehén de mercaderes … Además, cada uno de esos feudos sin mayor conexión o articulación con los otros. ¿Es esa, en general, la situación del sistema educativo boliviano hoy o exagero?

No creo que haya exageración pero sí creo que hay una radical insuficiencia en esa caracterización del sistema. El sistema no es sobre todo una fragmentación visible de sus sujetos institucionales, nuestro sistema es la invisibilización de una estrategia de alienación.

La educación boliviana, ciertamente, ha sido secuestrada por los intereses corporativos de los sujetos que la poseen para su beneficio propio. Pero el triunfo de esos sujetos, de esas instituciones, de esos intereses, radica en haber convencido al país de que la educación que ellos nos proveen es educación. Puede ser mala, mediocre, buena, en proceso de cambio o cualquier otra cosa, pero es educación. Y no. La educación boliviana no es educación, no es un proceso de formación para la emancipación. La educación boliviana es alienación: nos despoja de nosotros mismos (de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro conocimiento) y nos niega las herramientas básicas para comprendernos y comprender al mundo (la inteligencia verbal, la lógica, la creativa, la capacidad de resolver problemas).

La educación boliviana nos ha enceguecido y ya no podemos mirarla. Por consiguiente, casi no somos capaces ni de criticarla ni de refundarla.



OH!:¿Cuál la condición actual de los bachilleres bolivianos?

No se conocen a sí mismos ni conocen el mundo. Y no cuentan con herramientas para subsanar por sí mismos esa tan profunda ignorancia.



OH!:¿Cuál la condición actual de los profesionales bolivianos que salen de nuestras universidades?

Manejan, generalmente con notables grados de mediocridad, algunos instrumentos de reproducción del conocimiento. Pero son incapaces de producir conocimiento nuevo.



OH!: ¿Y el postgrado?

¿Cuál? No existe. Y cuando aparece alguna excepción es una isla privada en la universidad pública sin la condición fundamental de un buen postgrado: la reproducción ampliada del conocimiento nuevo.



OH!: ¿Qué excepciones encontramos en cada uno de esos sectores?

En la educación básica las poquísimas excepciones son cuatro o cinco colegios privados y algunos profesores de escuelas públicas, particularmente en el área rural, que están haciendo extraordinarios esfuerzos por instalar una conciencia intercultural. Estas excepciones no hacen sino enfatizar más profundamente aún que la educación boliviana está secuestrada por una estrategia genocida de alienación.

En educación superior lo único bueno que ha sucedido es que la universidad pública ha resistido la invasión de los almacenes de educación superior. Claro que esa resistencia se ha debido exclusivamente a su gratuidad y a una mediocridad que ha facilitado el ingreso de bachilleres cada vez peor formados, no a su calidad.



OH!: ¿Qué ha hecho el actual Gobierno a favor de la educación?

A favor, nada. En contra, todo.

Ha sostenido el monopolio sindical y, por consiguiente, ha alimentado el corporativismo en la mal llamada educación pública. No ha permitido la evaluación de la calidad educativa y, de esta manera, ha escondido sus desastrosos proceso y resultado a los padres de familia que creen que tener un primer bachiller o un primer profesional en la familia es la mejor prueba de que el país se ha desarrollado.

Ha mantenido el presupuesto universitario sin demandar resultados. Pero, claro, ¿con qué autoridad moral podría exigir conocimiento nuevo si ha generalizado el desprecio político y público por el trabajo académico?



OH!: ¿Y en cuanto a iniciativas privadas o no gubernamentales hay algo que destaque?

En educación básica hay cuatro o cinco colegios en el país que están adoptando diseños curriculares innovadores. En educación superior hay un programa en La Paz y uno en Santa Cruz. Pero esto es, en verdad, nada.



OH!: ¿Cuáles deberían ser las bases de una reforma educativa efectiva?

Una educación maravillosa, no sólo una buena educación.

Esa educación maravillosa, obviamente, no consiste en la privatización de la educación. La alternativa podría incorporar las siguientes políticas e intervenciones desesperadas:

• Que todos los bachilleres ingresen a las carreras pedagógicas en las universidades públicas necesariamente satisfaciendo los requisitos más altos;

• Que todos los aspirantes a maestros tengan, cuando menos, la maestría;

• Que haya un concurso nacional con tribunales “ciegos” y que sólo se contrate las mejores propuestas curriculares y las mejores prácticas después de un año de pasantía;

• Que se evalúe regularmente toda la educación básica con tres herramientas (LLECE para primaria, PISA para secundaria y una tercera intercultural diseñada y realizada en el país);

• Que se incremente el presupuesto destinado a todos los niveles educativos por lo menos al 25% del presupuesto nacional;

• Que se fomente y se premie la investigación y la innovación educativa intercultural poniendo particular énfasis en aquellos colegios gestionados por unos nuevos Consejos Educativos de Pueblos Originarios;

• Que las universidades exijan el grado de doctor para todos sus profesores en un plazo de ocho años; -que se internacionalicen la formación y la investigación universitaria y que éstas sean necesariamente inter y transdisciplinarias;

• Que los salarios en todo el sistema educativo y en todos sus niveles sean hasta un 20% superiores a los del Presidente –asumiendo que el índice de Gini no supera el 20% en el país-;

• Que se creen inmediatamente un Consejo de Educación Básica y una Academia Universitaria compuestos por representantes de maestros, catedráticos, estudiantes, padres de familia, aparato productivo, Estado, para gestionar el presupuesto destinado a la educación y para nombrar a los miembros del Instituto de investigación de la calidad educativa y la producción “científica”;

• Que la política educativa sea una política de Estado pactada cada inicio de Gobierno e inmediatamente autónoma durante toda la gestión de gobierno;

• Que el país se convierta en una gigantesca comunidad educativa donde el núcleo de la vida cotidiana sean la escuela y la universidad,

• Y que el Ministerio sólo cumpla tareas de supervisión y evaluación de la calidad educativa con atribuciones de sanciones morales y presupuestarias sobre colegios y universidades.

Esto no es todo, claro, pero forma parte de lo mínimo que debiera hacer el país de manera inmediata si queremos seguir formando parte de la libertad y no de la sevicia contra nosotros mismos.



OH!: ¿Cómo se podría enfrentar la vigencia de grupos corporativos tan cerrados para implementar esa reforma?

Dando la alternativa a los maestros de escuela de ingresar a esos nuevos colegios públicos bajo esas nuevas condiciones, o dejando que se degraden en su vieja mala costumbre hasta su rápida jubilación. Dando la oportunidad a los catedráticos titulares de obtener el doctorado en un plazo de cinco años y cumpliendo la condición de producir un “libro” en el que prueben que han producido conocimiento nuevo; si no lo hacen pierden la titularidad y salen de la universidad pública. La sindicalización en la escuela y la autonomía universitaria serían sustituidas por el Consejo de Educación Básica y la Academia Universitaria que evalúan resultados en la escuela y producción de conocimiento nuevo en las universidades. Así se podrá distinguir inmediatamente entre los que están en la educación por vocación de los que están por sobrevivencia.



OH!: ¿Qué ejemplos podemos citar de países que hayan dado ese salto habiendo estado en una condición similar a la boliviana?

Esto sólo ha sucedido en los países del norte de Europa después de la Segunda Guerra. Entendieron que la única salida que trascendiera ese desastre moral y cognitivo era la educación. Ahí pusieron lo mejor de su trabajo y a lo mejor de su gente y lograron resultados excepcionales. Porque lo que están haciendo algunos países asiáticos (Singapur, Corea del Sur, China) no tiene esa fuente, sino apenas un objetivo desarrollista.

En Bolivia estamos en una situación equivalente. Educativa y cívicamente no podríamos estar peor. Por esto hay que estar dispuestos a diseñar y construir una educación maravillosa inmediatamente. O nos convertiremos en un país zombie en la siguiente generación.



Perfil
Guillermo Mariaca Iturri

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Guillermo Mariaca Iturri
Archivo

Tiene un Postdoctorado en Historia intelectual de América Latina, es Doctor Ph. D. en estudios culturales (especialidad en interculturalidad), ha logrado maestrías en Comunicación Latinoamericana y en Literatura (especialidad en Educación). Ha sido profesor emérito de la Universidad Mayor de San Andrés. En 1985 fue elegido diputado nacional y entre 2004 y 2005 ejerció como viceministro en el Ministerio de Educación.

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