8.5.14

Adela Sarmiento de Costa, directora de la Unidad Educativa “Bichito de Luz” - “Nuestra Señora de Itatí”,


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Adela Sarmiento de Costa, directora de la Unidad Educativa “Bichito de Luz” - “Nuestra Señora de Itatí”, es una meritoria maestra argentina que adoptó como segunda patria Bolivia. Desde su llegada se destacó en la educación infantil y revolucionó la forma de enseñanza con la creación del “Método personalizado”, destinado a potencializar las capacidades de los educandos. La transmisión de sus conocimientos la hicieron merecedora de innumerables galardones nacionales e internacionales.

Hace poco, Sarmiento recibió dos reconocimientos: Uno de Argentina con el título de Rector Decano de Honor y Dignidad Magister Laudet y otro de la Honorable Academia Mundial de Educación, con la designación de Doctor Honoris Causa Summa Cum Lade, en virtud a sus cualidades humanas, logros profesionales y trayectoria educativa.

Pero, la meritoria maestra no sólo recibió reconocimientos internacionales, sino también nacionales, como de la Asociación Nacional de Colegios Particulares, de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, de los gobiernos Municipal y Departamental de La Paz.

“Al recibir estas condecoraciones podría decir que es la culminación de tantos años de trabajo y de servicio a esta Patria. Significa una gran felicidad, porque no solamente tengo el reconocimiento internacional, sino también de Bolivia que me ha acogido y a la que seguiré entregando mi sabiduría hasta que Dios así lo disponga”, dijo la galardonada.

TRAYECTORIA

Adela Sarmiento lleva 40 años al servicio de la educación boliviana, lo que le permitió innovar la forma de enseñanza y adaptarla a los cambios de la tecnología. Los innumerables reconocimientos recibidos en Perú, Ecuador, Panamá y Bélgica no han cambiado esa sencillez que la caracteriza.

“Soy una mujer que gracias a Dios tuvo muchas oportunidades para su formación, tuve magníficos profesores, pero mi principal maestra fue mi madre. Aquí hay muy buenos maestros, pero a veces les falta la experiencia, que considero es ´la sal y la pimienta´, y el valor de transmitir lo que uno siente y ha aprendido en la vida”.

Desde siempre los niños fueron el primer amor de Sarmiento y así lo demuestra cuando en las aulas baila con los niños en la clase de música, practica ejercicios en educación física o alguna vez prepara un remedio casero para algún niño indispuesto, con la entrega propia de su personalidad.

HERENCIA EDUCATIVA

Adela Sarmiento proviene de una familia de grandes educadores como el reconocido maestro argentino Domingo Faustino Sarmiento, quien fuera autodidacta, hablaba cinco idiomas y uno de los máximos exponentes en la educación argentina y latinoamericana, cuyos descendientes se dedicaron a la parte educativa.

“Los Sarmiento heredamos la parte educativa y también el mal carácter (sonrió). Faustino tiene lindos dichos y escritos. Mi madre escogió mi carrera y no se equivocó, aunque yo quería ser médico. Ahora soy médico de almas, porque tengo la facilidad de decir las palabras apropiadas en el momento adecuado”, comentó la maestra.

La educadora llegó a Bolivia recién casada y fue maestra de música en el colegio Domingo Faustino Sarmiento (Cervantes) y en el Príncipe de Paz en los niveles de primaria y secundaria. Luego cuando se creó Nuestra Señora de Itatí fue maestra de literatura, lenguaje, artes plásticas y música en primero de secundaria.

EXPERIENCIA EDUCATIVA

Al poco tiempo de llegar a Bolivia, la maestra vio la necesidad de crear un centro educativo que albergara a bebés, porque muchas madres trabajaban y no tenían dónde dejar a sus hijos. Bichito de Luz fue uno de los primeros espacios creados para el cuidado de niños en edad pre escolar que fueron creciendo desde cuna y pasaron a parvulario.

“Tuve la oportunidad de abrir un centro que acogiera a todos los niños sin discriminación alguna, con capacidades especiales que en algunos centros educativos no podían hacerse cargo y eran derivados a nuestro establecimiento. Tuve niños con síndrome de Down y muchos otros que pudimos sacar adelante gracias a Dios”, recordó Sarmiento.

La guardería en poco tiempo se convirtió en el nivel inicial con el prekinder y kínder y posteriormente, con el paso de los años y por la motivación de los padres, se creó el establecimiento Nuestra Señora de Itatí con los niveles básico y secundario en forma paulatina, donde la maestra sigue formando a los alumnos.

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