Profesores de Cochabamba y del interior del país siguen las estrategias educativas propuestas por el suplemento que se publica cada primer domingo de mes junto a OPINIÓN
El Colibrito, suplemento infantil del Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño, que se publica cada primer domingo de mes junto al diario OPINIÓN, se ha convertido en una herramienta útil para la enseñanza y la formación del hábito de la lectura en los niños.
Así señaló Magaly Arandia de Jordán, responsable del material y coordinadora de talleres pedagógicos con maestros de diferentes niveles, que se desarrollan en la mencionada institución cultural de Cochabamba.
En uno de los talleres, el de Metodología, los profesores de diferentes unidades educativas relataron sus experiencias con el suplemento, en acciones educativas dirigidas a los estudiantes.
“Está por ejemplo el caso de una profesora de la unidad educativa Despertar (Pasaje Zoológico), que realiza trabajos con niños del tercer y cuarto curso de primaria. Los alumnos permanentemente están mandándonos los ejercicios que resuelven” señaló Arandia.
La experiencia, indicó la Editora, se repite en localidades como Arani, San Benito, Villa Rivero y Pairumani, donde “los niños muestran mucho entusiasmo trabajando con el suplemento infantil”.
Arandia manifestó que es tal entusiasmo y motivación de los niños y niñas. Por ejemplo en la escuela Gualberto Villarroel de Villa Rivero los estudiantes le han dedicado un lugar especial al suplemento, al interior de sus aulas.
Allí practican la lectura, escritura, dibujo y dinámicas que propone la publicación.
“Hay mucha identificación y motivación en los colegios de Cochabamba, como también en los de La Paz y Santa Cruz. Nosotros, como Centro Simón I. Patiño, enviamos permanentemente números del Colibrito a esos departamentos; sabemos que están trabajando nuestros materiales en algunos talleres que por ejemplo efectúan profesores de la ciudad de El Alto”, enfatizó Arandia.
Dijo conocer testimonios de docentes que afirman que el suplemento es su herramienta esencial de trabajo.
“Cada maestro desarrolla una estrategia de lectura y entonces cada número es trabajado de manera diferente por los profesores” afirmó la coordinadora.
Manifestó que el Centro Patiño cumple acciones de seguimiento del trabajo de los educadores, a través de grupos focales que se desarrollan constantemente, tanto en la ciudad como en las provincias.
El onceavo número del Colibrito será publicado junto a la edición de OPINIÓN este próximo domingo 5 de mayo.
El número de mayo está dedicado a las madres
La editora del Colibrito Magaly Arandia informó que el número de mayo -todos los números mensuales tienen una temática central- estará dedicado a las madres, por ser su mes.
“El Colibrito pretende llegar a todas las mentes y corazones amantes de la lectura. Está dirigido a todos aquellos chicos y grandes que se sienten atraídos por una lectura que los lleve a volar en alas de las múltiples propuestas que el Colibrito les tiene preparadas” agregó Arandia.
La iniciativa surgió en 1993, que es cuando se editó por primera vez el suplemento. La primera edición duró hasta el año 2000.
Luego de 11 años, nuevamente OPINIÓN y el Centro Patiño, se propusieron realizar un aporte educativo, tenaz y decidido, que pueda constituirse en un espacio de y para los niños.
“El vuelo del Colibrito desde el inicio ha sido planificado en sus contenidos con mucho entusiasmo. Estos contenidos se reflexionan, se adaptan y se elaboran a partir de estrategias de comprensión de lectura” agregó Arandia.
Un suplemento importante
La edad más receptiva empieza a los 4 o 5 años. Si tomamos en cuenta los estadios de los que habla Piaget, entre el segundo y el tercero, el niño despierta una curiosidad hacia su entorno. De repente ve las figuras, los textos, las palabras, las historias que le cuentan. Es el primer acercamiento a la lectura. A un niño no siempre le hacemos gustar la lectura por el contenido de un cuento, sino por la imagen o la narración. Un suplemento infantil es sumamente importante, pero también debería haber uno juvenil, pues paradójicamente los niños dejan de leer a partir de los 11 años. Leen más a los 7 u 8 años. Yo tengo un programa de comprensión lectora que dicto en el CBA. He utilizado varios números del Colibrito, y sirven. He puesto en práctica con niños estrategias fundamentales para poder motivarlos.
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