Denuncias anónimas de cobros irregulares en las filas que se generaron para inscribir estudiantes en diferentes unidades educativas, caracterizaron el primer día de registro de alumnos en colegios y escuelas.
Aunque esas denuncias no fueron respaldadas con nombres y apellidos de los presuntos autores y denunciantes, el director departamental de Educación, Eduardo García Morales, calificó de "tremendo negociado", este aspecto, que este año no se evidenció.
"Se recibió denuncias anónimas, en situación de que había sido una costumbre de hacer las filas y venderlas sin ser padre de familia o sea había un negociado tremendo, pero ahora lo hemos erradicado, todo se hizo de manera transparente, las directoras me informaron de toda esta situación y ahora sí se trabajó con transparencia y honestidad", afirmó García.
También manifestó que se avizoraba como un conflicto las filas que se originaron hace varios días en diferentes colegios, pese a que estaba prohibido, pero que se las resolvió por el camino del orden, con la ayuda de la Policía Departamental que desplegó efectivos en cada una de las unidades educativas para preservar el orden. "Nadie tuvo el valor de denunciar con nombre y apellido si lo hubiesen hecho, nosotros hubiéramos tomado cartas en el asunto, no vamos a estar permitiendo actos de corrupción de ninguna naturaleza", agregó
ZACONETA
García se refirió al kínder José Víctor Zaconeta y al kínder Oscar Alfaro, que funcionan en un mismo inmueble, el primero por la mañana y el segundo por la tarde y expresó que fue una de las unidades educativas donde se tenía a más de 500 personas interesadas en inscribir a sus pequeños, pero que el cupo simplemente era para 150 alumnos.
"Tenemos que entender que para la unidad educativa nivel inicial Zaconeta había más de 500 personas haciendo fila y su capacidad es de 150, repartieron las fichas hasta donde alcanzó, lo que generó protestas de los padres de familia, pero de manera infundada ya que pretendían hacer valer cualquier argumento, pero al final se resignaron", agregó
Debido a la demanda de las personas, por ese kínder, García hizo una inspección al inmueble y se percató que existe mobiliario y un aula más, por lo que se amplió un curso más, es decir que se aumentó a 35 plazas para cada kínder.
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