Desarrolla habilidades. Según un estudio realizado en la Universidad de Pensilvania (EEUU), una persona creativa reúne las siguientes características: sensibilidad, fluidez, flexibilidad, originalidad, capacidad de redefinición, de abstracción, de síntesis y coherencia de organización.
"El desarrollo de la creatividad en los niños no es tarea fácil cuando viven en un mundo que les da casi todo hecho", escribió Juana Duffill Gavito, en un artículo publicado en la web crecersanoyfeliz.com.
El pensamiento creativo tiene que trabajarse desde una edad temprana. En los niños, esta actividad experimental requiere de libertad para crear, para establecer relaciones nuevas, pero también necesita la ayuda de un guía para apoyarla. "La creatividad no es un destello, se construye paso a paso con base en la repetición de experiencias a lo largo de la vida, para lo cual es importante la estimulación de los padres, la familia, la escuela y los medios de comunicación social", explicó Fernando Gómez Ramírez, médico pediatra en la Universidad de Antioquía, Colombia.
Arte creativo. Una de las habilidades básicas que se deberían enseñar en la escuela es la capacidad para descubrir y buscar respuestas, habilidad contenida en las actividades artísticas. "El arte ayuda a expresarse a los niños, desarrolla su pensamiento abstracto, les permite hacer elecciones y resolver problemas", indicó Duffill.
Por ejemplo, la pintura, el dibujo y la construcción constituyen un proceso constante de asimilación y proyección de elementos del ambiente. Expresar los sentimientos y emociones a través del arte brinda satisfacción a los niños y aumenta su confianza.
Ayude al niño. Tanto los profesores, como los padres pueden guiar al niño para que desarrolle su creatividad con actividades sencillas.
Incentívelo a dibujar o pintar pero déjelo que eche a volar su imaginación y anímelo a tomar sus decisiones. Lo que ellos aprenden y descubren es lo más importante. La independencia y el control son componentes importantes.
Una vez termine, no “arregle” sus dibujos, pues no olvide que ellos miran el mundo de una forma diferente. Lo importante es que den rienda suelta a su creatividad, pero pregúntele qué está dibujando para que el niño identifique sus creaciones.
Ofrézcale otras opciones como trazar, pintar, esculpir, acudir a museos y trabajar con arcilla. La plastilina es una gran opción ya que a partir de ella, los niños empezarán a moldear sus propias figuras.
Deje que se equivoquen. Los niños están dispuestos a realizar muchas preguntas y hallar respuestas que no necesariamente son las correctas. Lo importante es permitir que cometan errores, sólo así se constituirán nuevos aprendizajes.
Finalmente, inventen historias juntos. Además de pasar un buen rato, incentiva la comprensión, abstracción y expresión verbal.
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